Título del libro: Carta de una desconocida.
Autor: Stefan Zweig.
Argumento: el libro trata sobre el amor idílico que una mujer anónima profesa a un novelista famoso R., amor descrito y revelado en una carta leída por el novelista y que es el centro de la novela, junto con el amor que le descubre.
Opinión personal: la facilidad, rapidez, y una trama que engancha hacen que este libro se lea enseguida.
La historia tan sencilla como describir el amor platónico, elevado, casi obsesivo y continuo en el tiempo (pasan los años y la mujer continúa siguiendo los pasos del amado).
Cómo se pude vivir obsesionado con algo irreal, lejano, inaccesible y desconocido.
Esta mujer vivió recreándose en los escasos momentos que tuvo cercanos a su ídolo amoroso.
Algo que le influía a ella era que nunca la reconocía, a pesar de haberse cruzado en su camino, a pesar de haber crecido, de estar junto a él fugazmente, ella se daba cuenta en la forma de comportarse de él que no asociaba cada momento y cada encuentro esporádico y rápido.
La mujer mantuvo contacto mandándole incluso ramos de rosas cada mes, para estar unida más a él de alguna forma.
Cuando termina su carta, el novelista se da cuenta sin asociar ninguna cara, de las flores cada mes, pero nada más.
La novela termina como empieza, con ese aroma de misterio y abstracción, una atmósfera etérea, que escapa casi a lo tangible…
Termina ligeramente, como una brisa que se va, se aleja, dejando la obsesión de un amor infatigable por un lado y perecedero por otro.
Opinión personal: la facilidad, rapidez, y una trama que engancha hacen que este libro se lea enseguida.
La historia tan sencilla como describir el amor platónico, elevado, casi obsesivo y continuo en el tiempo (pasan los años y la mujer continúa siguiendo los pasos del amado).
Cómo se pude vivir obsesionado con algo irreal, lejano, inaccesible y desconocido.
Esta mujer vivió recreándose en los escasos momentos que tuvo cercanos a su ídolo amoroso.
Algo que le influía a ella era que nunca la reconocía, a pesar de haberse cruzado en su camino, a pesar de haber crecido, de estar junto a él fugazmente, ella se daba cuenta en la forma de comportarse de él que no asociaba cada momento y cada encuentro esporádico y rápido.
La mujer mantuvo contacto mandándole incluso ramos de rosas cada mes, para estar unida más a él de alguna forma.
Cuando termina su carta, el novelista se da cuenta sin asociar ninguna cara, de las flores cada mes, pero nada más.
La novela termina como empieza, con ese aroma de misterio y abstracción, una atmósfera etérea, que escapa casi a lo tangible…
Termina ligeramente, como una brisa que se va, se aleja, dejando la obsesión de un amor infatigable por un lado y perecedero por otro.
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