viernes, 20 de noviembre de 2020

Pensamientos de última hora. 48

Todo empezó con una pelea que, comenzó siendo broma, entre el comandante y su subalterno.

La broma. De broma pasó a ser una broma pesada, y de la broma pesada, se terminó llegando a una serie de, digamos, insultos, que no sentaron nada bien a la tripulación.

El comandante jefe optó por retirarse, mientras que el subalterno siguió vociferando estando enfadado, muy enfadado.

Así, el consejo que ofrezco con este pequeño pensamiento es que no empieces a bromear, porque al final la broma te sale cara; y quizá la broma te sale cara porque no controlas ya la ira, el odio… Entonces, luego llegan más bromas pesadas, y finalmente riñas, enfados, malestares.

La tripulación se reveló un poco contra su comandante y su subalterno, y supo poner orden en aquel estado del barco.

A partir de ahí, la calma volvió relativamente a la embarcación, y ésta continuó surcando los mares con sus ventiscas y calmas.




lunes, 16 de noviembre de 2020

Palabras y literatura. Cuento anónimo

 La roca en el camino.

En un reino lejano, hubo una vez un rey que colocó una gran roca en medio del camino principal de entrada al reino, obstaculizando el paso. Luego se escondió para ver si alguien la retiraba.

Los comerciantes más adinerados del reino y algunos cortesanos que pasaron simplemente rodearon la roca. Muchos de ellos se quedaron un rato delante de la roca quejándose, y culparon al rey de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para retirar el obstáculo.

Entonces un campesino que llevaba una carga de verduras llegó. Dejó en el suelo la cesta, y estudió la roca en el camino observándola. Intentó mover la roca empujándola y haciendo palanca con una rama de madera que encontró a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, finalmente logró apartar la roca. Mientras recogía su carga, encontró una bolsa, justo en el lugar donde había estado la roca. La bolsa contenía una buena cantidad de monedas de oro y una nota del rey, indicando que esa era la recompensa para quien despejara el camino.

El campesino aprendió lo que los otros nunca aprendieron: las personas que afrontan los obstáculos y los problemas que la  vida o las situaciones traen, y los superan, les sube la autoestima y se sienten crecer, diciendo "Yo he podido".


Cuento anónimo