Alguien codicioso es quien desea acaparar todo lo que pueda (bienes, dinero, joyas, poder, éxito…). No se conforma con poco, o un poco, lo quiere todo y más. Y cuando ha obtenido ese todo y más, quiere más aún. No se detiene nunca y nunca está satisfecho.
Este refrán viene a explicar que cuando un saco se llena mucho de cualquier material, termina por romperse, si sólo se añade y añade material dentro.
Pues bien, con la codicia pasa algo así. Porque de tanto atesorar de forma egoísta, y hasta me atrevo a decir enfermiza, al final todo lo que estás guardando se pierde, porque alguien codicioso no controla lo que guarda, y no hace más que ocuparse de atraer hacia sí lo máximo, y al final este ansia pasa factura. Pues hay veces que al intentar acaparar tanto, te quedas al final sin nada.
Según el Centro Virtual Cervantes (Refranero multilingüe), este refrán es más antiguo que el que apareció más tarde para significar lo mismo:
“La avaricia rompe el saco”.
Este refrán viene a explicar que cuando un saco se llena mucho de cualquier material, termina por romperse, si sólo se añade y añade material dentro.
Pues bien, con la codicia pasa algo así. Porque de tanto atesorar de forma egoísta, y hasta me atrevo a decir enfermiza, al final todo lo que estás guardando se pierde, porque alguien codicioso no controla lo que guarda, y no hace más que ocuparse de atraer hacia sí lo máximo, y al final este ansia pasa factura. Pues hay veces que al intentar acaparar tanto, te quedas al final sin nada.
Según el Centro Virtual Cervantes (Refranero multilingüe), este refrán es más antiguo que el que apareció más tarde para significar lo mismo:
“La avaricia rompe el saco”.