Al ejercer una acción, tiene un efecto.
Y si has jugado a cara o cruz, arriesgándote en algo, el efecto tiene dos posibilidades, una positiva y la otra negativa.
El tiempo que dura la acción hasta llegar al efecto que se produce, es un tiempo de espera, que puedes tomar pensando en el resultado positivo o tomando partido por el negativo, o por ambos.
Cuando te dejas llevar por la acción, sin pensar en las consecuencias, te puedes arrepentir, porque siempre va a llegar el efecto.
Pero como suele decir alguien siempre: lo hecho, hecho está.
No hay comentarios:
Publicar un comentario