Aún no sabía la que se le venía encima. Un bloque de hormigón estaba suspendido por un cable peligroso.
Su vida era una mierda, solo, ansioso, triste, apesadumbrado, miedoso. Todo a su alrededor era fracaso y decepción.
Le echaron del trabajo, le dejó su familia, y los amigos se fueron yendo poco a poco.
Y encima le iba a caer con un 90 % de posibilidades una viga de hormigón.
Era lo que quería. Morir. Pero no suicidarse, sino muerte natural, muerte por atropello, golpes, caídas, atentados. Muerte rápida y sin dolor.
Y la viga llevó a cabo muy bien la lección.
Se soltó y se precipitó y mató a este hombre. Era lo que él quería.
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