Carta de amor.
Te busco pero no te encuentro.
Dónde andas, que te echo de menos.
Dónde vas, que huyes de mí.
Espero llamada, mensaje, encuentro casual. Pero tú estás lejos, y yo te espero.
Sin saber cuándo, cómo será. El verte.
Te excusarás con una mentira, no querrás darme tu número de móvil, me evitarás.
Ya te esperé, y te fuiste.
Todo para estar lejos, para perderte sin mí, evitarme, ignorarme.
No termino de olvidar tus momentos, cuando me hacías bella en tu presencia, tu mirada, tus ropas y fisonomía. Me volvían loca, llena de energía, deseando volver cada día para verte, una mirada, palabras. Mi alegría cada noche y al despertar cada mañana verte allí.
De nuevo me reitero: te busco pero no te encuentro.
Si te encontrara por casualidad, qué haré?
Si te saludara por la calle, me harías caso?
Si te pidiera tomar un café, aceptarías?
De nuevo, te busco.
De nuevo, no te encuentro.
Si acaso me ves, no huyas, enfrenta tus miedos y dime algo bonito. Te esperaré. Espero y sueño con tus miradas, tus besos y abrazos. Te espero. Con prisa, pero con paciencia. Aprendí a esperar, porque no venías. Y es que me encapriché contigo, y pensar en ti lo era todo.
Y aquí sigo, sin rumbo pero en la esperanza, mirando los balcones por si averiguo tu casa, te viera quizá pasar. Sigo buscando y no te encuentro. Pero te espero.
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