El conde de Montecristo. Alexandre Dumas

Título del libro: El conde de Montecristo
Autor: Alexandre Dumas
Argumento: Edmon Dantes era un joven que vivía feliz, a quien iban a ascender en su trabajo de capitán de un barco, y que se iba a casar con su querida Mercedes.
Debido a la envidia y celos que dos hombres sentían hacia él, llamados Danglars y Fernando, el primero envidioso y el segundo celoso de su prima Mercedes, planean acabar con el bueno de Edmon, y traman una estrategia contra él. Consiguen mediante una carta que le comprometía como defensor de los que seguían a Napoleón Bonaparte, y por ser considerado peligroso le detienen y le internan en una cárcel. Sin saber el motivo de su detención, pasa catorce años en prisión, hasta que gracias a otro recluso, el abate Faria, consiguen abrir un hueco en la pared y comunicar las celdas. Planean escapar pero el compañero fallece por un ataque de corazón. Antes de morir, le abre la razón y le hace descubrir quién y por qué le internaron, además de confesarle el lugar donde guardaba un tesoro, en una isla llamada Montecristo.
Cuando los carceleros descubren la muerte del compañero, Edmond, saca el muerto de una bolsa y se mete él. Llegaron a la celda y la tiraron al precipicio, en un acantilado hacia el mar.
Consiguió salir del saco y encontró un barco que le recogió. Dijo que su barco había naufragado y le llevaron hasta la isla, pactando volver a buscarle tras unos días. Buscando y buscando encontró el tesoro gracias a las indicaciones del viejo.
Empezó a darse a conocer como el Conde de Montecristo, siendo hospitalario, generoso y atento con las personas que se iba encontrando. Salvó la vida de Albert de Morcef, en manos del bandido Luigi Vampa. Tenía muchos contactos, y todo lo que deseara lo alcanzaba al momento.En su visita a París, en casa del Conde de Morcef, conoció a su querida Mercedes, que estaba casada con el padre de Albert.

Con visitas a los grandes magnates de la ciudad de París se fue creando una figura llena de suntuosidad, poder y estupefacción.
Disfrazado a veces como el abate Busoni, otras como Lord Wilmore, el conde de Montecristo llega a sentirse culpable de los actos que van sucediéndose casi por ellos solos, y que con tanto cuidado y afán estuvo planeando durante años para vengarse.
Estos sucesos resumidos en pocas palabras sucedieron bajo el control del conde de Montecristo, según él creía: la muerte por envenamiento en la familia Villefort a cuatro de sus miembros, el suicidio con veneno de la señora de Villefort y su hijo,  el suicidio con pistola en el cráneo del conde de Morcef, antiguamente llamado Fernado, la huída del banquero Danglars y posterior secuestro a manos de Luigi Vampa, dirigido todo por Montecristo. La muerte momentánea de Valentine, señorita de Villefort, y su reencuentro con su amor Maximilien Morrel, gran naviero como su padre, al que Montecristo estimaba; la complicidad de los jóvenes con el abuelo paterno Villefort de Valentine, los matrimonios convenidos que son desechos entre la señorita Villefort, Valentine llamada y Franz, y entre la señorita Danglars y Albert de Morcef, hijo de Fernando Mondego; el hijo secreto entre la señora Danglars y el señor de Villefort, hijo a quien enterraron creyéndole muerto, y a quien recogió un pobre matrimonio, llamado el hijo Benedetto, y más conocido como Cavalcanti, la muerte del avaro Caderousse a manos de Andrea Cavalcanti, la locura del señor de Villefort por descubrirse su secreto del hijo perdido, la huida al ejército de Albert de Morcef y su madre Mercedes, que renegaron ambos de su padre y marido Fernando, conde de Morcef. Todos estos y más acontecimientos que se sucedieron se reflejan en este libro.

Opinión personal: maravilla de novela a lo grande por su extensión, mi edición de Círculo de Lectores constaba de unas 1400 páginas. Y maravilla a lo grande por la sucesión ,meticulosa, exigente, perfecta, de tantos hechos y acciones que tienen lugar en este enredado de familias, amigos, criados,...y las ganas de venganza de un hombre cuyo personaje se creó, y se fue forjando poco a poco.
Al final se deduce que por mucho que tengas controlada la situación, se escapan cosas que tú no puedes manejar, y al final es la llamada Providencia y Dios los que se encargan de llevar y arrastrar los acontecimientos según ellos quieren.
Con el perdón que el Conde de Montecristo concede al banquero Danglars, dejándole huir, y con el feliz encuentro de Maximilien y de su querida Valentine de Villefort, gracias a Montecristo, se deja impresa la paz en el corazón del conde, quien desaparece junto a la esclava griega que le amaba, llamada Haydeé. La paz y la creencia en la Providencia y en Dios quedan impresas en el final.
Para finalizar, cito una frase que me parece relevante:

" Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuán buena y hermosa es la vida."