Este violinista de origen libanés está triunfando en la música. Su especial toque en cualquier canción conocida hace que sean maravillosas al escucharlas. Aquí os dejo una versión del Verano de Vivaldi.
Hoy te llamé no sé cuantas veces Y como tú no me contestabas A tu casa me fui pa' decirte que Oye, baby, yo no pierdo la esperanza de tenerte Y que me digas un día que sí
¿Quién es ese? Que te pone en cuatro paredes Él me convierte en una adolescente Y me hace todo lo que quiere ¿Quién es ese? Que te hace volar ¿Quién es ese? Él secuestra mi cuerpo en la noche Hace todo pa' que me enamore
No te vuelvas mala (mala) En cada noche que salgas (que) No te vayas con cualquiera Que yo te daré lo que quieras
Es que eres mala, mala, muy mala Ay, tú me quemas con tu mirada (tu mirada) Me sube la temperatura Me provocan travesuras
Y dime quién e-e-e-es ¿Por qué 'tá con e-e-e-él? Si soy mejor que e-e-él Prueba conmigo mujer-e-e-er
Dime qué tiene, dime que hace ¿Qué es lo que dice? ¿Qué te complace? (Maite) Él tiene algo que me gusta, qué sé yo ¿Quién es ese tipo que ganó tu amor? ¿Quién es ese tipo que te conquistó? (¿quién?) Y por eso pregunto y quiero saber
¿Quién es ese? Que te pone en cuatro rincones Él me llena el cuarto de flores Flores de todos los colores Y yo soy ese Que la pone a volar, yo soy ese Me convierte en una adolescente (¡ah!) Y me hace todo lo que quiere (me dicen Juhn El All Star, baby)
Déjale saber (wuh) que sólita conmigo tú te desnudas Que tengo el poder de hacer que te quites la ropa sin hablarte Porque ya sabe' a lo que vamos, mami (ey) Dile que soy yo el que te castiga por traviesa (uh-uh) Encerra'o en un cuarto tus pecados me confiesas Que no quieres un flojo, eso a ti no te interesa Y de ese carro soy yo el que cambia las piezas, baby
Espera a que me quede sola Pa' quitarme toda la ropa Espera a que te llegue la hora Mira que soy peligrosa
Voy a esperar que tú te quedes sola (sola) Pa' quitarte la ropa Voy a esperar que dé la hora que me digas porque tú eres peligrosa y mala
Mala (mala) En cada noche que salgas (salgas) No te vayas con cualquiera No te vayas con cualquiera Que yo te daré lo que quieras
Es que eres mala, mala, muy mala Ay, tú me quemas con tu mirada (tu mirada) Me sube la temperatura Me provocan travesuras (El All Star)
Y dime quién e-e-e-es ¿Por qué 'tá con e-e-e-él? Si soy mejor que e-e-él Prueba conmigo mujer-e-e-er
(Tú lo sabes) Este es Juhn El All Star Carlos Baute (Carlos Baute) Cantándole (cantándole) Maite Perroni (Maite Perroni) Me despido (yeah, ba-baby) Sin saber quién es ese (jajajaja)
Título del libro: El conde de Montecristo Autor: Alexandre Dumas Argumento: Edmon Dantes era un joven que vivía feliz, a quien iban a ascender en su trabajo de capitán de un barco, y que se iba a casar con su querida Mercedes.
Debido a la envidia y celos que dos hombres sentían hacia él, llamados Danglars y Fernando, el primero envidioso y el segundo celoso de su prima Mercedes, planean acabar con el bueno de Edmon, y traman una estrategia contra él. Consiguen mediante una carta que le comprometía como defensor de los que seguían a Napoleón Bonaparte, y por ser considerado peligroso le detienen y le internan en una cárcel. Sin saber el motivo de su detención, pasa catorce años en prisión, hasta que gracias a otro recluso, el abate Faria, consiguen abrir un hueco en la pared y comunicar las celdas. Planean escapar pero el compañero fallece por un ataque de corazón. Antes de morir, le abre la razón y le hace descubrir quién y por qué le internaron, además de confesarle el lugar donde guardaba un tesoro, en una isla llamada Montecristo.
Cuando los carceleros descubren la muerte del compañero, Edmond, saca el muerto de una bolsa y se mete él. Llegaron a la celda y la tiraron al precipicio, en un acantilado hacia el mar.
Consiguió salir del saco y encontró un barco que le recogió. Dijo que su barco había naufragado y le llevaron hasta la isla, pactando volver a buscarle tras unos días. Buscando y buscando encontró el tesoro gracias a las indicaciones del viejo.
Empezó a darse a conocer como el Conde de Montecristo, siendo hospitalario, generoso y atento con las personas que se iba encontrando. Salvó la vida de Albert de Morcef, en manos del bandido Luigi Vampa. Tenía muchos contactos, y todo lo que deseara lo alcanzaba al momento.En su visita a París, en casa del Conde de Morcef, conoció a su querida Mercedes, que estaba casada con el padre de Albert.