Cine. El profesor de violín.

Título original: Tudo Que Aprendemos Juntos.

Año2015

Duración92 min.

País Brasil

DirectorSérgio Machado

Guión: Maria Adelaide Amaral, Marcelo Gomes, Sérgio Machado, Marta Nehring, Antonio Ermirio de Moraes.

Música: Silvio Baccarelli, Felipe de Souza, Alexandre Guerra, Edilson Venturelli, Edimilson Venturelli

Fotografía: Marcelo Durst

Reparto: Lázaro Ramos, Kaique de Jesus, Elzio Vieira, Sandra Corveloni, Fernanda de Freitas, Hermes Baroli, Criolo, Rappin' Hood, Thogun

Productora: Gullane Filmes

Género: Drama. Basado en hechos reales.

Sinopsis
Laertes (Lázaro Ramos), un violinista de gran talento que ha sido rechazado en la prestigiosa Orquesta Sinfónica del Estado, comienza a dar clases de música a adolescentes de una escuela pública en Heliópolis, un barrio de una zona deprimida de São Paulo. Esta experiencia cambiará su vida y la de sus alumnos... Inspirada en la verdadera historia del maestro brasileño Silvio Bacarelli, que en los años 90 consiguió estimular la inclusión social y cultural de los jóvenes de una de las favelas más grandes de São Paulo.

Fuente: Filmaffinity











Crítica personal:

La historia va de violines. Aparecen muchas imágenes de ellos en la película.
Mientras se centra en la música, la enseñanza, hacer del caos un orden en el grupo en unos adolescentes, se mezcla la favela, los suburbios, la pobreza, la droga, el contrabando...
Hay un punto clímax que rompe la marcha de la película, y es el asesinato de un adolescente por parte de la policía.
Cuando al protagonista le ofrecen un puesto elevado, le ponen entre la espada y la pared si abandonaba a los chicos en las clases de música y el concierto o aceptaba el puesto.
Al final todo se soluciona (no parecía posible) y realiza las dos cosas.

Mi opinión es que...esperaba más. Esperaba más momentos de música envolvente, más frialdad y mala educación entre los chavales...
La impresión que me llevé al terminar la peli fue malestar porque todo lo que aparece sobre pobreza y drogas, y mafias, está ahí, es real, y salí pensando en el contraste entre yo, cómodamente mirando a la pantalla, y la problemática de la película, al otro lado. Que no es algo inventado; está ahí.
Es duro ver lo mal que lo pasan y deberíamos sentirnos afortunados por no vivir allí o en esas condiciones.
Para ser positiva, me quedo con los dos conciertos finales, el de los chicos, y el del protagonista, Laerte.