Un día cualquiera en un lugar cualquiera. Ahí estaba yo. Sin tiempo, sin rumbo.
Una tarde prometedora que luego no lo fue tanto. Ahí estaba yo.
Un momento que se tornaba a largo. No saber cómo ocupar el tiempo.
Hora de despedida. Contando hasta dos días después.
Ahí estaba yo. En una encrucijada, sin saber si avanzar a la derecha o a la izquierda. Hacia delante o hacia atrás. Hacia el pasado o hacia el futuro. Siempre dejando el presente sin ocupar. Perdiendo momentos. Perdiendo vida. Perdiendo las pequeñas cosas que alegran el día. Por tener la mirada puesta en grandes logros, en lo imposible o lo no realizable.
O aunque fuera realizable. Pero no descuidar el día a día.
Un día cualquiera en un lugar cualquiera.