Suele decirse que si te levantas muy temprano Dios te ayudará en lo que te suceda ese día, aunque en el fondo es porque te dará tiempo a hacer más cosas durante el día por haberte levantado antes.
Pero…
Opuesto a este refrán está el de…
“No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Es decir: aunque te propongas levantarte muy temprano, incluso de noche, para poder realizar un montón de actividades, o que el día te cunda más que otro, el día dura lo que dura, y no va a salir el sol para ti para tus horas de quehaceres aunque madrugues, en sentido literal. De otra forma: puedes proponerte levantarte pronto para hacer más cosas, pero quizá no avances como tú quieras, y no te sirva de nada haber madrugado.
Me gusta encontrar refranes que tratan sobre el mismo tema, y que se oponen.
Es como estar un momento en Groenlandia, y luego bajas al Polo Sur.
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