A veces.
A veces, sin esperarlo, te llegan regalos inimaginables.
A veces, sin esperarlo, eres feliz en ciertos momentos.
A veces, sin esperarlo, te sientes dichosa por cómo sucedió todo.
A veces, sin esperarlo, te gustaría seguir en esa nube tan blanca y también de color de algodón dulce. Viajar en ella con textura esponjosa, y oler ese azúcar tan especial. Momentos de ensueño y cuentos de hadas.
A veces, sin saberlo, te sorprende cómo un día se puede tornar de triste a estupendo.
A veces, sin saberlo, te maravillas por lo ocurrido.
El corazón se hincha de música y de paz, de alegría y sorpresa.
Y sólo puedes pedir que no se esfumen los recuerdos y que lleguen muchos momentos que están ahí a veces.